“Las instituciones públicas se pliegan ante el poder de las empresas de telefonía movil»

«LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS SE PLIEGAN ANTE EL PODER DE LAS EMPRESAS DE TELEFONÍA MOVIL»

Manifestación en Las Palmas contra la «pandemia» de las antenas de Telefónía móvil

El volumen de los capitales que se mueven con la tecnología móvil ha llevado a las compañías telefónicas a una carrera desenfrenada por ocupar los mercados

Varias decenas de miembros de asociaciones vecinales de Gran Canaria se concentraron el pasado fin de semana ante la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias en la capital de la isla para protestar contra lo que ellos calificaron como «pandemia» de las antenas de telefonía móvil. De esta forma denominaron las muertes acaecidas en distintos barrios de la isla en los últimos meses y que estos colectivos relacionan con la cercanía de estas antenas a los lugares en los que vivían las personas fallecidas. Las cifras astronómicas que fluyen alrededor de las nuevas tecnologías, han conducido a las compañías telefónicas a una carrera sin freno por ocupar las mayores cuotas de mercado y tratar de captar al mayor número de clientes en el menor tiempo posible. De esta forma se expresaba el portavoz de la «Plataforma por la seguridad de las redes de telefonía móvil» de las Palmas, Manuel Rodríguez Hernández, la pasada semana. «Esa competencia sin freno, ha conducido a un desarrollo absolutamente anárquico en las infraestructuras que exigen este tipo de tecnologías», – prosiguió denunciando Rodríguez Hernández.

«La ausencia de controles sobre las emisiones electromagnéticas y las condiciones en las que se realizan estas instalaciones es total. Las antenas base de telefonía proliferan por doquier y se instalan sin licencias, sin cumplir la normativa urbanística, a escondidas de las instituciones sin informar ni consultar a las poblaciones afectadas… se está poniendo en peligro la seguridad colectiva con unas prácticas competitivas que nada tienen que ver con un desarrollo civilizado y racional».

Manuel Rodríguez Hernández indicó igualmente que la inhibición de las instituciones y la escasísima normativa actual facilitan los objetivos codiciosos de las empresas de telefonía y descuidan gravemente la protección del medio ambiente y de los ciudadanos. «El peso del poder económico de las empresas que mueven la telefonía móvil ha hecho que se reproduzcan como setas «estudios clínicos», en muchos casos subvencionados por las propias compañías, destinados a tranquilizar a la opinión pública, mientras se silencian otros estudios clínicos apoyados en una sólida base científica, independientes, que ponen en evidencia los graves riesgos sanitarios que provocan las radiaciones de la telefonía móvil».

Teniendo en cuenta los valores económicos que se mueven alrededor de la guerra competitiva, sin cuartel, que se desarrolla en torno a este negocio, no debe sorprender que las antenas base se instalen con mucha frecuencia en barriadas populares. El principio de precaución sólo se está aplicando a las zonas residenciales y aquellos edificios donde están ubicadas instituciones públicas, pues son áreas en las que sus pobladores poseen mayor capacidad de presión.

CONNIVENCIA ENTRE INSTITUCIONES PUBLICAS E INTERESES DE LA EMPRESAS DE TELEFONIA

Las recomendaciones en vigor a probadas por el Consejo de ministros de Sanidad de la Unión Europea, que fueron previamente elaboradas por el Comité Internacional para la Protección ante Radiaciones No Ionizantes (ICINRP) sólo tienen en cuenta el efecto térmico de este tipo de ondas y ha establecido que 450 micro vatios por centímetro cuadrado como el umbral que ellos estiman que no causa daño calorífico a los tejidos. Sin embargo, múltiples investigadores y organismos independientes sostienen que las interacciones de estas ondas con los mecanismos biológicos suponen un serio peligro sanitario. No son pocos los investigadores y periodistas que han puesto de relieve los fuertes vínculos entre el ICINRP con el Ejército y la industria de las telecomunicaciones. El propio director de ese comité, Dr Rapacholi, después de ser nombrado máximo cargo de ese organismo, se desdijo de sus propias investigaciones sobre la causa efecto de la telefonía y el cáncer en ratas de laboratorio.

Las polémicas recomendaciones del ICINRP han sido asumidas por las instituciones españolas de forma seguidista y burocrática, desoyendo la alarma social que sobre sus consecuencias epidemiológicas han suscitado entre la población.

Desde la mayoría de las instituciones públicas se está legislando en la actualidad en beneficio de las grandes compañías con poderosos intereses en este sector. Desde ellas se ignoran hechos tales como que la sonda de los teléfonos móviles alteren los registros electrocardiográficos, electroencefalográficos,, dispositivos electrónicos implantados en los pacientes, desencadenamiento de crisis epilépticas, el hecho notorio y probado de que en las áreas donde están instaladas las antenas móviles desaparezcan los pájaros, que la emisión de ondas electromagnéticas de la telefonía móvil incremente la incidencia del cáncer y de otras patologías (fatiga, depresión, desórdenes en el sueño, problemas cardiovasculares, problemas en la piel etc. etc.)

MULTIPLES PRONUNCIAMIENTOS EN CONTRA DE LAS ANTENAS DE LA TELEFONÍA MÓVIL.

Para contrarrestar el creciente malestar y protesta por parte cada vez más amplios sectores de la población, las grandes compañías de telefonía han puesto en marcha su influencia en los medios de difusión masiva-prensa radio televisión -, una auténtica campaña de desinformación con la finalidad de neutralizar la protesta. Con acusaciones burdas y simples como que quienes se oponen a las antenas base dentro de las poblaciones «estan en contra de los teléfonos móviles»,o «se oponen al desarrollo desarrollo» o «mantienen una alarma infundada». la realidad, sin embargo es muy otra. La referencias que reproducimos en este cuadro puede servir para constatarlo:

-Las conclusiones de la Conferencia Internacional de Salzburgo sobre Instalación de Emisoras de Telefonía Móvil, Ciencias Aplicadas & Salud Pública, celebrada en Salzburgo (Austria) en el 2000, donde se recomendó niveles 4500 veces inferior al de la normativa en vigor.

En el manifiesto elaborado y suscrito por la “Plataforma por la seguridad de las redes de telefonía móvil» , de la que es portavoz Manuel Rodríguez Hernández, se mantiene que «el desarrollo técnico civilizado no está reñido con el bienestar social y la protección a la salud”. En él se pide a las autoridades que para garantizar esta premisa hagan uso de “la sensatez, la responsabilidad, la precaución y planificación, protección a la salud y no dejen en manos de las empresas interesadas la ordenación de las infraestructuras que requieren las nuevas tecnologías”.

Fuente : http://www.canarias-semanal.com/secciones/canarias/articulos/enpanelprincipal/ctelefonia.html

Es preciso reconocer, no obstante, que resulta muy dudoso que cuando el volumen de intereses en juego tiene la envergadura de los de las poderosas empresas de telefonía, vaya a ser la sensatez y la precaución de nuestras autoridades las que salvaguarden la salud y la seguridad de la ciudadanía..

– Las conclusiones de la Conferencia Internacional sobre el Estado de la Investigación sobre los Campos Electromagnéticos – celebrada en Catania (Italia) el 13 – 14 de Septiembre del 2002, (donde plantean los efectos que suceden en los organismos sometidos a radiaciones por debajo de los niveles propuestos por la ICNIRP y aprobados por la U.E.

– Los resultados del programa REFLEX, (estudio financiado por la U.E. durante cuatro años (1/02/2000 al 31/05/2004) y en el que participaron 12 países, incluido España, que concluye diciendo que «las ondas electromagnéticas de la telefonía móvil produce alteraciones del ADN que transforma la información genética en el núcleo de las células y cambios en éstas».

. El estudio Bio-iniciative report, encargado por la Agencia Europea de Medio Ambiente.

. La Resolución del Parlamento Europeo de 4 de Septiembre de 2008, sobre la Revisión intermedia del Plan de Acción Europeo sobre Medio Ambiente y Salud 2004-2010.

-. Múltiples estudios independientes que demuestran la peligrosidad de las ondas electromagnéticas de la telefonía móvil.

– El informe del Defensor del Pueblo de 2002, que señala en él. «que la inocuidad de las radiaciones radioeléctricas se encuentran lejos de una demostración concluyente», lo que exigía que para esta institución, el principio de precaución se debía invocar con generalidad.

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