Las dos caras de la luna.

Crear una necesidad y hacerla indispensable, es el primer paso para no tener el control de nuestra vida.

Saber que es lo verdaderamente necesario para nosotros, es el primer paso para tener el control de nuestra vida.

Conejillos de indias al servicio del progreso.

Hay un panorama desolador a la hora de ver nuestro futuro y el destino de esta sociedad, cada vez tenemos más información (buena, mala, correcta, errónea, intrascendente), un nivel de vida “mejor”, una cualificación académica más alta, una serie de servicios que no se tenían hace pocos años y un mercado donde se puede comprar la felicidad.

Esto es cierto, tenemos a nuestra disposición cualquier artículo que quieran vendernos y para eso nos crean una serie de necesidades, con las cuales, ya sea por el marketing del miedo o por que generan dependencia o ansias, acabamos consumiendo.

Muchas veces cuando hablo con la gente de la cantidad de tóxicos y contaminaciones que tenemos alrededor y que nos enferman, la reacción de mucha gente es la de “entonces volvemos a la edad media” o “entonces no comemos nada” o simplemente “eso es mentira y no está probado”.

Es legítimo pensar lo que cada uno quiera, pero muchas veces ese pensamiento no es libre ni razonado ya que está influido como es normal por muchos factores, medios de comunicación, autoridades públicas, asociaciones de colectivos supuestamente independientes, nuestra capacidad de raciocinio, nivel cultural y por supuesto las ganas de saber la verdad con el consiguiente esfuerzo y cambios en nuestras vidas que eso supone.

En los negocios suele haber dos caras, al igual que en la luna, tenemos una cara que vemos siempre y otra que no se ve nunca, es la cara oculta. La cara que vemos es la de la innovación y constante evolución, la creación de nuevos mercados en torno a tecnología emergente, lo que nos sugiere que nuestra sociedad corre hacia un futuro mejor lleno de comodidades y satisfacciones, en la cara oculta quedan las consecuencias potencialmente dañinas para la salud que provoca esta “evolución”, así que por un lado están los enormes beneficios generados y por el otro un rastro de destrucción, contaminación e incluso muertes.

Claro ejemplo de esta dicotomía fue la revolución verde, que nació con la promesa de acabar con el hambre en el mundo, para ello promovió una agricultura industrializada a base de ingentes cantidades de insumos químicos tóxicos que provocó inmensos beneficios a las compañías agroquímicas (muchas de ellas también farmacéuticas) y un control sobre los agricultores y el mercado alimentario mundial, o sea un negocio redondo, compañías como Monsanto, DuPont, Bayer, Syngenta, Novaris, Avensis, son las grandes beneficiarias y crean uno de los lobbys más influyentes del mundo, por cierto, son las mismas que promueven e impulsan biotecnología para vender y cultivar alimentos transgénicos, otro mercado, millonarios beneficios y control total del mercado mundial de alimentos al crear la dependencia de sus productos. Por supuesto y como todo el mundo sabe (por lo menos el que lo desea) esta agricultura industrializada, a parte de no acabar con el hambre en el mundo (en realidad no es un objetivo), ha dejado un rastro de contaminación y muerte.

Otro ejemplo es la energía nuclear, que también ha dejado un reguero de muerte y destrucción, Hiroshima, Nagasaki, Chernobyl y mas recientemente Fukushima, además de los continuos problemas de seguridad y escapes radiactivos que se suceden continuamente en todas las centrales nucleares del mundo. El mayor problema es el de los desechos que producen, al que han decidido meterlos debajo de la alfombra como solución, ¿grandes beneficiarios? multinacionales de la energía. El problema está servido, ¿queremos renunciar a la electricidad? La respuesta es no, aunque eso signifique la extinción de la vida tal y como la conocemos en la tierra, ¿hay soluciones?, si, pero lo que no interesa es perder el control del mercado de las necesidades inventadas.

Algo similar ocurre con el sector de la telefonía móvil y las redes inalámbricas. Se impulsa una tecnología “para hacernos la vida más fácil”, sin importar los efectos contra la salud que esta pueda generar, Telefónica, Vodafone, D- Telekom, y demás multinacionales de las telecomunicaciones son las beneficiarias de la rentabilidad de esta tecnología y es un gran negocio con multitud de posibilidades, esta sería la cara visible, ¿Qué hay en la cara oculta?, fibromialgia, electrosencibilidad, cáncer y demás efectos nocivos que se han de ocultar para que nuestro paraiso no se vea influenciado por estos organismos asociales y es aquí donde entran los mecanismos del marketing, el marketing del miedo, denigrando a todo el que se oponga a los “avances” presentándolo como una persona atrasada que quiere conducir al resto a las catacumbas, y lo cierto es que haciendo un uso racional y biológicamente compatible se puede hacer uso de esta tecnología, minimizando los problemas de salud que conlleva inherentemente. No nos engañemos, el debate no es tecnología si, tecnología no, como nos quieren hacer ver a toda costa, hay que hacer uso de esta herramienta de una manera racional y segura, y esto no sucede ahora.

En los medios de comunicación se expone lo que se quiere exponer y se oculta lo que se quiere ocultar, detrás están los grandes lobbys de presión, que tienen un (y no nos engañemos) único interés: la cuenta de resultados, rentabilidad, aumentar el negocio, nuevos mercados; legítimo pero no a este precio, no al precio de todo vale, no a sabiendas de que la tecnología o productos que se ponen en el mercado son dañinos para la salud.

La presencia de estos lobbys de presión están en todos los estamentos de la sociedad:

  • Medios de comunicación vía publicidad principal fuente de ingresos, integrados dentro de los organismos de gobierno de la agencias internacionales de información, totalmente dirigidos por líneas editoriales, con lo que se pierde cualuier tipo de neutralidad.
  • Dentro de los partidos políticos patrocinando campañas electorales (compra favores), casos claros en EEUU que es absurdo pero legal, o aquí en España que no es ilegal este tipo de financiación pero por supuesto que se hace (hay procesos judiciales abiertos de financiación ilegal de partidos políticos en nuestro país).
  • Dentro de las administraciones públicas (pago de favores), donde muchas veces la aprobación y comercialización y por consiguiente la valoración de la seguridad de los productos, está basada en informes presentados por la misma multinacional que quiere comercializarlos (ejemplos claros: las comercialización de productos y plantaciones modificadas genéticamente, o productos farmacológicos), lo cual no da ninguna garantía de su imparcialidad y ni mucho menos garantizan la seguridad de esos productos y sus efectos a corto, medio y largo plazo.
  • Organizaciones internacionales, en las cuales los diferentes gobiernos se basan para poner los límites legales para proteger a la ciudadanía de efectos nocivos de los productos que se comercializan, estas organizaciones están compuestas por científicos, técnicos, políticos y demás, los cuales presentan muchas veces conflictos de incompatibilidad de intereses ya que trabajan, han trabajado o trabajarán para multinacionales a las que deberían controlar, El Comité Internacional para la Protección de las Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP), La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ( IARC ), son algunos ejemplos.
  • ONG´s, organizaciones de pacientes, fundaciones y demás que están financiadas en su totalidad o en parte por sectores económicos que mediatizan las conclusiones y labores de estos organismos.

Todo esto crea una corriente de información o más bien de desinformación a la que nos someten continuamente, creando una opinión homogénea y favorable a intereses oscuros (básicamente económicos y de control social), ridiculizando primero, negando después, atacando de manera feroz y por fin saliendo a la luz lo que es la verdad:

  • Amianto.
  • Bisfenol-A.
  • Tabaco.
  • Energía nuclear.
  • Metales pesados (mercurio, plomo, etc.)
  • Aluminio.
  • Flúor.
  • Aditivos alimentarios (aspartamo, glutamato, conservantes, etc.)

Estos son algunos de los ejemplos de cómo el sistema tarda décadas en retirar del mercado y poner en cuarentena productos que son causa directa de muerte probada y que debido a las presiones de los lobbys se seguían comercializando y lo siguen haciendo impunemente (muchas veces, la mayoría, estos productos se siguen vendiendo en terceros paises, donde su legislación no los prohibe, con lo cual el ciclo vuelve a empezar). Esto es la globalización, todos somos iguales mientras aportemos nuestro granito de arena a esto del consumo irracional, si preguntamos poco….. mejor, si preguntamos algo, pues nos daran una respuesta acorde para que todo siga igual.

La masa es un animal irracional que con los estímulos adecuados se puede dirigir.

Encontrarán enlaces en esta web donde se podrán ampliar estos hechos que comento en el artículo, también aconsejo la lectura de libros sobre el tema: La salud que viene; conspiraciones tóxicas de Miguel Jara; estrés de alta tensión: contaminación electromagnética, de Carlos Requejo; Contaminación electromagnética: las radiaciones y sus efectos sobre la salud de Raúl de la Rosa; La casa sana de Mariano Bueno; El parque de las hamacas: el químico que golpeó a los pobres. Vicente Boix

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