Conversaciones con Mariano Bueno, geobiología y bioconstrucción

Conversaciones con Mariano Bueno, geobiología y bioconstrucción

LA BÚSQUEDA DE LA SALUD Y DE UNA BUENA CALIDAD DE VIDA TIENE EN EL ENTORNO EN EL QUE VIVIMOS UNO DE SUS ESCENARIOS MÁS IMPORTANTES. NO DEBE EXTRAÑARNOS POR TANTO QUE DESDE ANTAÑO, MUCHAS CULTURAS HAYAN DESARROLLADO TÉCNICAS PARA EVALUAR EL LUGAR MÁS IDÓNEO EN EL QUE ESTABLECER UN HOGAR Y CONSEGUIR DE ESTA FORMA UNA CASA SALUDABLE. ESTA SEMANA EXPLORAMOS ALGUNAS DE SUS CLAVES DE LA MANO DE MARIANO BUENO, EXPERTO EN BIOCONSTRUCCIÓN QUE ACABA DE PUBLICAR “CASA SALUDABLE”

Resulta rastreaba desde el punto de vista histórico el hecho de que la elección del lugar en el que establecer el hogar no era aleatoria en la práctica totalidad de las culturas que nos han precedido, y que junto a numerosos factores que oscilaban desde la disponibilidad de espacio y recursos a cuestiones estéticas o paisajísticas, algunas civilizaciones contemplaron factores más sutiles, para la mayoría imperceptibles a través de los sentidos convencionales o en el límite de su rango de sensibilidad. Sin embargo, un sexto sentido, tal vez alguna cualidad que ha terminado por enquistarse, o una mayor receptividad sensorial, hicieron posible percibir, describir e incluso “mapear” una geografía sutil, etérea, determinada por un océano de energías y estímulos naturales cuya influencia sobre nuestro bienestar fue determinada como crucial. Se elegía por tanto el lugar en el que habitar, en el que establecer el campamento, el más propicio para la siembra, el establecimiento de un negocio o el descanso de nuestros difuntos, en función de lo favorable o no que fuese para el fin perseguido la presencia de esa influencia invisible, muchas veces personalizada en la figura de seres mitológicos que custodiaban lugares, procesos o a las propias unidades familiares. De eso nos habla mucho el Feng Shui, revestido tal vez de una barroca filosofía oriental de la que en nuestro pragmático Occidente hemos prescindido hasta el punto de casi desvirtuarlo.  Sin embargo, el estudio riguroso de las intuiciones y geniales deducciones de los artífices del Feng Shui, geomantes y conocimientos similares de nuestro pasado, en combinación con los avances de la ciencia y la medicina modernas, ha permitido dar contenido a la geobiología, una disciplina que al amparado de la ciencia y la tecnología se encarga de estudiar la relación e interacción principalmente energética de los seres vivos con el medio natural y artificial.

LA CASA SALUDABLE

 Buena parte de la responsabilidad de que la geobiología sea conocida en España y en muchos países de habla hispana la tiene Mariano Bueno, inquieto investigador especializado en geobiología, bioconstrucción y agricultura biológica. Fue toda una experiencia reencontrarnos después de más de una década con este viejo amigo, quien cada cierto tiempo visita nuestras islas para impartir formación a profesionales de la arquitectura, la agricultura, la medicina o la pedagogía. Su libro “Vivir en Casa Sana” editado por Martínez Roca supuso una auténtica revolución con varias decenas de miles de ejemplares vendidos, un éxito al que siguieron otros y que ahora se pone al día con la obra “Casa Saludable”, publicado por Cúpula y escrito junto a la bióloga y experta genética Elizabet Silvestre. “La geobiología ha logrado hacer visible y detectable muchas de las cuestiones que el hombre ha captado de otra manera más sutil, innata, que marcaban nuestros comportamientos sin muchas veces ser concientes de ello”, nos explica Bueno. “Ahora, los sistemas que manejamos nos han proporcionado un conocimiento más preciso y profundo de las radiaciones naturales y su efecto sobre nuestra salud, así como de las artificiales, un terreno especialmente polémico y a cerca de cual queda mucho por saber” Algo que parece fuera de toda duda es que nuestra forma de construir actual, basada en materiales artificiales, edificios de muchas plantas, espacios reducidos o sembrados de tendidos eléctricos, se aleja del patrón de salud de nuestros antepasados, adormeciendo nuestra propia sensibilidad. “Es cierto, nos hemos alejado de la manera en la que vivieron nuestros predecesores y nuestra sensibilidad está muy disminuida. Hay muchísimos más estímulos que antes y eso nos satura, pero a poco que nos pongamos como les demuestro a mis alumnos, podemos volver a conectar con esa habilidad innata para sentir y detectar al menos parcialmente la marea de energías que nos rodean” Es evidente que el entorno en el que vivimos, la contaminación ambiental, el tráfico, etc ., son factores que influyen sobre nuestro bienestar, pero no hemos de perder de vista lo que sucede en nuestro espacio hogareño, detalles a veces simples que son determinantes. “Desde el detergente que usamos a los ambientadores, pasando por el tipo de iluminación o la localización de enchufes en nuestro hogar. A veces algo tan sencillo –prosigue nuestro interlocutor- como orientar nuestra cama en la dirección norte-sur alineándonos con el campo magnético terrestre puede marcar la diferencia entre descansar bien o padecer insomnio, sobresaltos nocturnos y otros trastornos”

TECNOLOGIA PARA VER LO INVISIBLE

Mariano Bueno es considerado hoy en día como uno de los mayores expertos en Bioconstrucción. La misma “se encamina a la realización de viviendas más sanas y respetuosas con el entorno, aplicando los conocimientos de la Geobiología en la búsqueda del buen sitio para edificar y teniendo muy presente cuestiones tan importantes como: la correcta elección de los materiales de construcción, los sistemas constructivos, las instalaciones eléctricas, las pinturas sanas y ecológicas, la arquitectura bioclimática, la luz natural, el ahorro energético, las energías renovables, la armonía de los espacios, e incluso la posibilidad de producir parte de los alimentos en el huerto ecológico o de hacer una gestión sostenible y natural del jardín” La ventaja de la geobiología está en que se trata de una disciplina de nuestro tiempo capaz de medir tecnológicamente ese océano de estímulos, factores y radiaciones que nos rodean y que pueden ser determinantes en nuestro bienestar. De los sistemas rudimentarios usados por los radiestesistas y zahoríes, como las varillas o el péndulo, que permitían amplificar la sensibilidad natural del ser humano expresándola en las oscilaciones del péndulo o en el cruce o apertura de las famosas varillas de cobre, hemos pasado a dispositivos más objetivos como los medidores de radiación o los de campos magnéticos. No obstante conviene recordar que el avance tecnológico hace que nos expongamos a nuevos estímulos cuyas consecuencias todavía no podemos conocer. Desde el uso generalizado de microondas o teléfonos móviles, a sistemas inalámbricos en el interior de nuestros hogares, avances frente a los cuales la medida más apropiada según Mariano Bueno parece ser su uso moderado.

CONSEJOS PARA UNA CASA SALUDABLE

Electrodomésticos: la mayoría de los electrodomésticos generan campos electromagnéticos más o menos intensos mientras están funcionando -sobre todo el microondas-, por lo que conviene guardar una distancia prudencial de ellos. En las viviendas sin toma de tierra eléctrica los electrodomésticos generan una intensa contaminación eléctrica por el mero hecho de esta enchufados. Desenchufe, pues, los que no utilices.

Contaminación eléctrica: las lámparas y radiodespertadores conectados a la red al igual que el resto de aparatos eléctricos cercanos a la cabecera de la cama son una constante fuente de campos eléctricos que alteran la actividad neuronal y generan tensión muscular. Hay que desenchufarlos al acostarse o desconectar la instalación general.

 Campos electromagnéticos: la proximidad a la vivienda de líneas de alta tensión o transformadores de gran potencia crea una contaminación electromagnética que procuraremos evitar, al igual que lo que sucede con el televisor, el ordenador o la mayoría de aparatos eléctricos. Mantenga una distancia prudente y desenchúfelos cuando no los use.

 Plantas en el hogar: las plantas, aparte de liberar oxígeno durante el día, alegran la vista y dan vida al hogar. Además, se ha comprobado su enorme poder limpiador de sustancias tóxicas como el formaldehido, el benceno y muchas otras que suelen estar presentes procedentes de los plásticos, las pinturas y los productos químicos de limpieza, desinfección e insecticidas.

Luz natural: Como reza el dicho popular, “Donde entra el sol no entra el médico”. La radiación solar y la luz natural, aparte de dar vida y color a las casas, tienen efectos bactericidas con gran poder desinfectante. Orientemos pues bien las casas y abrámoslas a la luz.

Decoración: para los acabados de paredes y mobiliario elijamos pinturas, lascas y barnices naturales y ecológicos a fin de evitar contaminantes químicos tóxicos o inductores de alergias. Asimismo, para las alfombras, tapicerías, cortinajes, etc., escojamos fibras naturales sin tratamiento químico.

Ventilación: las casas son organismos vivos que respiran por todos sus poros -y no sólo por puertas y ventanas- por lo que procuraremos evitar los aislamientos de poro cerrado -como la espuma de poliuretano y otros- así como las pinturas plásticas que no permiten una correcta transpiración. Ventilemos lo más a menudo que nos sea posible.

Artículo publicado originalmente en CLAVES DEL CAMINO, suplemento La Prensa. Periódico EL DIA, 20 de febrero de 2010

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