Ondas Electromagnéticas

Las ondas son fenómenos físicos de transferencia de energía, sin transferencia de materia.

Para explicar el origen de las ondas electromagnéticas, sin ahondar demasiado en la matemática, digamos que un campo eléctrico variable genera a su alrededor un campo magnético variable y viceversa. De esta forma, generando campos sucesivos, estas ondas avanzan.

Las ondas electromagnéticas tienen una propiedad que las distingue de las otras: No requieren de un medio para su propagación, es decir se propagan por el vacío.

Todas las ondas electromagnéticas se propagan con la misma velocidad, la velocidad de la luz, que en el vacío es de aproximadamente 300.000 km/seg (299.792,458 km/seg). Esto no es coincidencia, la luz es una onda electromagnética.

La única diferencia existente entre grupos de onda electromagnéticas son su frecuencia (Hz), su longitud (m) y su nivel de energía (J).

Otra caracteristica es que poseen picos (P) o crestas, así como valles (V), periodos (T, tiempo en segundos que transcurre entre el paso de dos picos o valles por un mismo punto) y nodos (N valor cero de una onda senoidal), esto es importante a la hora de hacer una medición de la onda electromagnética en la zona del espectro electromagnético de radio frecuencias y baja frecuencia ya que lo que se suele utilizar es el valor RMS (raíz media cuadrática) sin tener en cuenta los valores pico de la onda, sin embargo los especialistas en geobiología somos conscientes de que una medición correcta debe incluir los valores pico dados por la amplitud de la propia onda y así poder tener una visión realista de la densidad de potencia de dicha onda y poder tomar la medidas mas eficaces para proteger a los seres vivos, dado que los valores van a ser siempre mas altos (reales) que los obtenidos por las mediciones estándar.

Ese espectro se puede ordenar a partir de ondas que poseen frecuencias muy bajas de pocos hertz (Hz) o ciclos por segundo con longitudes muy largas, como la frecuencia en la que trabaja nuestro cerebro (por eso estas ondas interfieren en nuestra biología) o como las de la frecuencia de la corriente alterna que empleamos en nuestras casas, en los electrodomésticos, etc., pasando por las radio frecuencias, de 3 KHz hasta 300 GHz (radio, televisión, microondas, móviles, radares, satélites, etc.) hasta llegar a ondas de frecuencias muy altas, de miles de millones de hertz o ciclos por segundo con longitudes extremadamente cortas, como las que poseen las radiaciones cósmicas.

Todas pueden ser perjudiciales, todo depende de los tiempos de exposición y de las amplitudes. Por supuesto que algunas, como los rayos cósmicos o los rayos gamma, requieren menos tiempo de exposición y menos intensidad para causar problemas serios como mutaciones o diferentes tipos de cánceres.

Es importante recordar que es necesario un grado de exposición y una intensidad determinadas para cada tipo de radiación electromagnética. No debemos caer en la simplificación de considerar que las ondas electromagnéticas son dañinas «per se»; simplemente tomar las precauciones adecuadas a cada caso, de otra manera no podríamos salir a la calle. Los rayos X, por ejemplo, son nocivos para exposiciones repetitivas (de hecho el radiólogo debe utilizar una protección), pero esto no significa que una radiografía nos va a provocar cáncer

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