Transcripción de las declaraciones de Arturo Mendez, Jefe del servicio de protección radiológica de Canarias.
Arturo Méndez: Nosotros somos unos entes electromagnéticos extremadamente sensibles, y un campo electromagnético tan potente como el que tienen ahora las antenas de telefonía móvil, interfiere lógicamente con nuestro campo electromagnético, porque nosotros somos extremadamente sensibles a ellos. Por lo tanto, efectivamente hay una razón que entendería cualquiera para admitir lo que en muchas partes del mundo se está ya haciendo que es admitir el principio de precaución frente a este tóxico, frente al cual no tenemos sensores directos y que efectivamente están produciendo una gran alteración en la población personas porque sus efectos son claramente detectables por una gran parte de las personas y es que hay soluciones técnicas que permiten el alejamiento de las antenas de los núcleos de población, sustituyéndolos por otra configuración distinta de antenas, es una cuestión técnica que hoy se puede resolver y que efectivamente es una cuestión que supone un gasto económico, pero creemos que evidentemente que la salud de las personas está por encima de cualquier cantidad de dinero.
Entrevistador: ¿Necesita algún espejo en el que mirarlo, donde ya se hubiese solucionado el problema?
Arturo Méndez: Tenemos aquí un ejemplo claro y es donde se ha aprobado una ordenanza municipal zonalizando el municipio que permita alejar las instalaciones de telefonía móvil de las zonas de los núcleos más posibles de población y eso ha ocurrido en el municipio gran canario de Santa Brígida