INFORMES SECRETOS REVELAN LA ALIANZA ENTRE EL GOBIERNO ESPAÑOL Y EE.UU. PARA FOMENTAR LOS TRANSGÉNICOS
Después de las informaciones aparecidas en un diario de tirada nacional, accedimos a los cables de Wikileaks para conocer de primera mano los entresijos de los OGM en España. Varias de estas filtraciones han desvelado datos como la visita de Puxeu a la embajada estadounidense para pedir que EE.UU. presione a Bruselas a favor de los transgénicos. Gracias a los documentos secretos también se han destapado negociaciones para subir el precio de los alimentos para impulsar los OGM y se ha descubierto el miedo de EE.UU. al movimiento antitransgénico.
Un cable cuenta cómo el 22 de abril de 2009, tras la aprobación en el País Vasco de una Ley para evitar la contaminación de transgénicos a otros cultivos y tras el veto alemán al maíz de Monsanto MON810, el secretario de Estado de Medio Rural Josep Puxeu «contactó con el encargado de negocios de la embajada» para «expresar su preocupación por la creciente presión sobre el Gobierno de España para prohibir el MON810». Puxeu, al que la embajada define como un «tradicional defensor de la biotecnológica», pidió al Gobierno de EE.UU. que ejerciera «presión sobre Bruselas para mantener la agricultura biotecnológica como una opción para los Estados miembros», según los diplomáticos estadounidenses.
La Embajada de EE.UU. en Madrid, en otro cable del 30 de abril de 2008, se alegró de «la decisión de fusionar los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente en un superministerio» porque es «supuestamente beneficiosa para una mayor aceptación de la agricultura biotecnológica». Tras la fusión, la embajada consideró que las facciones antitransgénicas del Ministerio de Medio Ambiente pierden fuerza e influencia. La embajada también resaltó el nombramiento de Cristina Garmendia como ministra de Ciencia: «trabajaba para un grupo industrial de biotecnología, y puede ser una aliada en temas de OGM en las discusiones del gabinete».
Otro informe revela negociaciones más peliagudas entre el senador de EE.UU. Codel Martínez y el Secretario de Estado para el Comercio Internacional, Pedro Mejía, y el secretario de Estado, Alfredo Bonet. Hablaron de «aumentar el precio de los alimentos» en el mercado de materias primas con el objetivo de «impulsar una mayor liberalización en las importaciones de productos biotecnológicos». Después de esta reunión efectuada el 11 de enero de 2008, en junio del mismo año los precios de los alimentos habían alcanzado su nivel máximo desde 1845, lo que desencadenó en una crisis alimentaria que provocó más de mil millones de personas pasando hambre.
Durante 2009 los cultivos biotecnológicos en el mundo crecieron un 7% sobre las cifras de 2008, de acuerdo con datos de ISAAA (International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications). Dicho y hecho. Objetivo logrado: encarecer los alimentos impulsó la aceptación de los transgénicos. Sin embargo, ese mismo año el movimiento ecologista se endureció y muchos países y regiones europeas se convirtieron en territorios libres de transgénicos. Algunos cables filtrados mostraron la preocupación de la embajada de Estados Unidos por el avance del movimiento antitransgénicos. «Si España cae, el resto de Europa le seguirá», expresaba preocupada la embajada en un informe del 19 de mayo de 2009.