A las 16 horas y 50 minutos del martes 19 de abril, España entrará en déficit ecológico. Es decir, habrá agotado en algo menos de cinco meses todo el presupuesto ecológico de que dispone la economía española en el conjunto del año, entendiendo por presupuesto ecológico el equilibrio perfecto entre la riqueza ecológica que destruye y la capacidad del sistema de generar o regenerar el sistema ecológico. Ese equilibrio se mide en términos de hectáreas globales por habitante: la superficie que se necesita para producir los recursos consumidos y, a su vez, la superficie que el país es capaz de regenerar. Eso incluye la superficie destinada a cultivos, a pastos para ganadería, bosques, pesca, emisiones de carbono y superficie urbana construida. Si un país necesita para satisfacer su consumo más espacio del que es capaz de regenerar, se dice que está en déficit ecológico.