La información está al alcance de todos

La información está al alcance de todos, pero mantenerse informado sin ningún filtro de líneas editoriales, de mercenarios de la información, de informaciones sesgadas que rayan la falacia, cuando no directamente la mentira y la manipulación, es algo más complicado, ya que requiere realizar el esfuerzo de buscar e interpretar por uno mismo la información a la que tiene acceso.

Estos días me han llamado la atención diversas noticias, unas muy comentadas, totalmente masticadas con el único fin de manipular la acción social y otras muy importantes para la sociedad y el medio ambiente, que han pasado totalmente inadvertidas para el común de la ciudadanía.

Una de estas noticias tiene que ver con la campaña de contra colectivos sociales muy determinados, en este caso el colectivo que no desea vacunar a sus hijos, cuestión en la que no voy a entrar, ya que cada uno es libre de hacer, en una democracia real, lo que desee, algo que me parece perfecto y síntoma de buena salud democrática. Lo que me ha llamado realmente la atención es la manera en que los grandes grupos de comunicación a tratado la noticia de un niño contagiado por difteria, reduciendo el debate a una culpabilidad totalmente sacrílega de unos padres que decidieron en su día no vacunar a su hijo. Esto ha llevado a una campaña conducida, una información segada y manipulada para provocar un debate, crear una línea de pensamiento, hacer de un solo caso poco menos que una pandemia, toda una estrategia bien planeada con un fin bien definido, obligar a realizar una determinada acción y responsabilizar a la propia ciudadanía de su consecución.

En el libro «The role of medicine: dreams, mirage or nemesis?» (El papel de la medicina: ¿sueño, espejismo o némesis?), queda demostrado el papel predominante que juega en la salud de las personas el estado del medioambiente en el que vive, muy por encima de la utilización de medicamentos. El acceso a agua potable, tratamiento y eliminación de aguas residuales, tratamiento y acceso a alimentos de mejor calidad, cuidado y mejora del medio ambiente. Son los factores realmente determinantes a la hora de la eliminación del contacto con bacterias dañinas, incluso su eliminación y la erradicación de enfermedades mortales que asediaban a las poblaciones no hace tanto tiempo, quedando únicamente focos de estas enfermedades en personas que no tienen acceso a estas medidas higiénicas estándar. Con lo que queda desmontado todo el discurso de las bondades de las vacunas.

Esta industria ha conseguido hacer que la sanidad pública se reduzca a un mero financiador de medicamentos en vez de una institución sanitaria destinada a encontrar la causa de la enfermedad y su curación, con acciones como esta, solo persigue, mediante el miedo y la coacción social, hacer que el estado (a decir verdad, no encuentran ningún impedimento dentro de los políticos) financie este tipo de tratamiento, con lo cual asegurarse ingresos muy suculentos, desviando fondos que deberían dedicarse a otros proyectos, seguramente más necesarios.

Estrechamente relacionada con la noticia anterior, la causa y efecto en la salud pública y siempre con intereses económicos oscuros, pero bien definidos detrás, emergen dos noticias que vienen del europarlamento, una es la aprobación para aumentar el nivel permitido de contaminación radiactiva en alimentos en caso de accidente nuclear. Solo un pequeño apunte para los que no tienen conocimientos de este asunto: Toda exposición a radiaciones ionizantes, por pequeña que sea, representa un riesgo para la salud y, eventualmente, puede causar enfermedades graves como el cáncer, efectos genotóxicos por generaciones, etc. Si esto es así, ¿cómo se ponen límites a una radiación mortal?, pues simplemente al establecer un nivel máximo, se fija un número de muertes que parece aceptable. A modo de ejemplo sólo en Alemania, (ya que en España es casi imposible conseguir estadísticas de este tipo) se producen aproximadamente 150.000 defunciones anuales adicionales por cáncer debidas al consumo de alimentos contaminados, pues bien, estas 150 mil muertes son pérdidas asumibles aplicando los métodos de cálculo de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), que son las normas unitarias en Europa. Pues ahora quieren aumentar los niveles máximos, si, aumentarlos en vez de disminuirlos, lo que quiere decir que es aceptable aumentar el nº de muertes por esta contaminación. Lo más curioso es que no es necesario utilizar los productos contaminados radiactivamente, ya que hay suficiente que no lo están, ¿entonces por qué se toma esta decisión?, ¿por el bien común?, mantra que se ondea para aprobar las leyes una y otra vez, en este caso no parece que sea la respuesta, lo que si está claro es que alguien se beneficia de esta decisión y lo peor es que los consumidores no serán capaces de protegerse a sí mismos porque no pueden distinguir los alimentos radiactivos alimentos no contaminados, yo seré uno de los pocas personas que a nivel privado, debido básicamente a mi trabajo, que posee varios contadores Geiger con los que poder detectar la radiación ionizante en los alimentos.

Habrá que prestar especial atención a productos que vengan de Asia, sobre todo pescado congelado de la zona 61 y 71 (zona asiática), cerca de Japón.

El Europarlamento también quiere aprobar la introducción de variedades modificadas genéticamente (OGM) para su cultivo dentro de la unión europea, otra decisión que solo beneficia a un determinado sector industrial y a los futuros trabajos de nuestro legisladores.

De la práctica prohibición del autoconsumo eléctrico y la autosuficiencia energética de los españoles, una de las últimas aportaciones del señor Soria a su fondo de pensiones, lo dejo para otra ocasión.

Prohibir o imponer como un acto de recorte de derechos, no para garantizarlos, es la democracia de los dictadores.

Sergio Hdez. Díaz / Geobiólogo

Publicado en la edición impresa de La Voz de La Palma (Julio 2015)

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