Llevaban años sin poder dormir correctamente

El siguiente caso es de un estudio que realicé en la ciudad de S/C de La Palma, en una edificación centenaria en pleno casco antiguo de la ciudad.

Los clientes me llamaron porque cerca de sus casas, a unos 300m., habían colocado cuatro antenas direccionales de telefonía móvil. Llevaban varios años sin poder dormir bien (con dolores de cabeza, no dormían muchas horas seguidas y cuando lo hacían no era un sueño reparador, se levantaban con dolores musculares e incluso con mal humor). También tienen dos niñas pequeñas que solían levantarse por la noche y cuando eran bebés lloraban a menudo.

Antenas sobre casa del cliente

Estos síntomas son tan clásicos en los hogares de hoy en día y estas pequeñas molestias tan constantes y comunes, que llegamos a tomarlas como una rutina y, claro… podemos tratarlas con algún analgésico, tratamientos para dormir, incluso psicofármacos… pero esto solo sirve para paliar el síntoma. Lo que hay que corregir es el verdadero causante de los problemas y esta familia contactó conmigo para que le realizara un asesoramiento completo (mediciones de radiaciones artificiales y de radiaciones naturales) para intentar encontrar el origen del problema que les estaba afectando.

Me desplacé a su casa con todo el equipo de medición. La casa está sobre una ladera en la ciudad, una zona bonita y tranquila, normalmente no hay problemas de contaminación acústica y al estar situada cerca del mar, la ionización del aire es lo suficientemente buena (ionización negativa). Como dije antes, es una casa centenaria y hábilmente reformada por su dueño (muchas de las paredes eran las originales de piedra y barro, pisos de madera sin tratar con productos químicos de síntesis, con un pequeño jardín trasero y una muy buena ventilación en todas sus estancias). Bajo criterios de biohabitabilidad es una casa óptima… sin embargo, bajo los criterios de Feng shui sí que se podría haber hecho algo, pero en esta ocasión no me pidieron ese trabajo.

Al entrar en la casa nos dirigimos al jardín y efectivamente se divisaban las antenas a unos 300 metros. Comencé por la medición de las radiaciones naturales sin encontrar ningún problema grave (uno de los inconvenientes era que las camas estaban atravesadas por líneas Curry y Hartmann pero no estaban asociadas a ninguna otra anomalía geológica y las líneas Benker no les afectaba), por tanto, en este sentido no hubo ningún problema negativo para su salud.

Luego comencé con las mediciones de las ondas electromagnéticas de alta frecuencia (las de móviles, TV, radio, wifi, etc.) y al tener las antenas tan cerca los clientes pensaban que iban a tener una contaminación alta, pero para su sorpresa no fue así… fue en el jardín donde se detectó una contaminación elevada. La razón por la cual la casa no se veía afectada por estas radiaciones era porque habían varias casas (las de sus vecinos) entre las antenas y la suya propia. Eso les hacía de apantallamiento y al estar situada en una ladera inclinada no había difracciones ni reflexiones de las ondas, con lo cual el rebote tampoco se producía.

Después de estas dos mediciones se podría decir que la casa entraría dentro de la catalogación de sana, pero faltaba la medición de los campos electromagnéticos de baja frecuencia (electrodomésticos, instalación eléctrica, etc.) y he aquí donde estaba el problema: los dormitorios estaban en una segunda planta y en la primera tenían el baño y la cocina. En la cocina lo normal, una placa de inducción, un horno y varios enchufes (no tenían horno microondas conocedores de la mala calidad con el que transforma los alimentos) y un punto de luz con una bombilla en el techo de madera (que es el suelo del dormitorio). En el baño tienen un calentador eléctrico y unas diez bombillas de bajo consumo en el techo de madera (suelo de la habitación de las niñas)

Los valores baja frecuencia:

Tabla de medidas campo eléctrico y magnético

Los resultados fueron valores extremadamente altos en camas (sobre todo de las niñas), suelos y techos. Esto era debido, primero a la mala instalación eléctrica (en una casa antigua es comprensible, ya que no hay toma de tierra, los cables son viejos, etc.). La cuestión era que la instalación nueva estaba mal diseñada, creando bucles, sin separación de las diferentes zonas, cables no apantallados (que en contacto con la madera del suelo y del techo provocaban un campo eléctrico por inducción). Especialmente grave y sorprendente, era que el campo eléctrico generado por las bombillas de bajo consumo del baño (que está debajo del dormitorio de las niñas) se elevaba al doble cuando se desconectaba el automático del baño, lo que quería decir que había un caos de cables bastante importante.

Mi recomendación para solucionar el problema fue la reorganización y cambio de la instalación eléctrica, el montaje de desconectores de red para cada zona y como una medida inmediata para evitar esta contaminación, bajar los automáticos de las habitaciones.

Con estas recomendaciones han logrado volver a dormir bien y a levantarse descansados, mejorando claramente su calidad de vida, cosa que me hace muy feliz y a ellos más todavía.

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